Friday, April 8, 2011

Ecuador: Agresiones delincuenciales con escopolamina crecen en el 45%

Marthy Ozaeta dice que ella y su hija sintieron los estragos de la escopolamina hasta después de tres días.
Marthy Ozaeta dice que ella y su hija sintieron los estragos de la escopolamina hasta después de tres días.
Marthy Ozaeta, de 31 años, dice que ya no sale sola a la calle y que desistió de tomar taxis amarillos; y si acaso toma uno de esos vehículos, solo lo hace en compañía de alguien. “Nunca más sola”, asevera.

Su trauma nació el año pasado cuando tras abordar un auto de alquiler, en compañía de su hija de 2 años, la drogaron con lo que ella considera fue escopolamina y le robaron todo.

Recuerda que había cancelado la cuota de un electrodoméstico en un almacén ubicado en las calles Pedro Moncayo y Febres Cordero, en el centro de Guayaquil. Eran las 15:45 y debía ir hasta 10 de Agosto, entre Chile y Chimborazo, para encontrarse con su esposo.

No obstante, sus planes cambiaron al solicitar los servicios de un taxista. “Como nunca me subí adelante y a lo que me subo el taxista me coge la cartera, de ahí llamé a mi esposo y le dije que iba en el taxi”, relata Ozaeta, quien asegura que desde ese instante comenzó a sentirse mal. “Era como una sofocación, hasta mi hija se me estaba cayendo de los brazos y se había quedado dormida”, recuerda.

Agrega que en su desesperación comenzó a forzar la puerta debido a que no podía desactivar el seguro. “Justo el carro paró en un semáforo, la puerta se abrió y caímos al piso”, dice.

Lo que ocurrió después, comenta, se lo contaron quienes las vieron caer del taxi, porque ella no recuerda. “Me dijeron que nos cogieron y nos llevaron a un local comercial, de donde llamaron a la Policía y a mi esposo. El taxista huyó con mi cartera, $ 430 y el celular”.

Lo que vivieron Ozaeta y su hija, quienes perdieron la memoria momentáneamente, tuvieron sueño profundo y mareos por tres días, lo sintieron otras 136 personas en el 2010, según estadísticas de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G).

Las cifras que maneja el departamento de Toxicología del Instituto Izquieta Pérez, en cambio, reflejan que el año pasado 123 personas dieron positivo a la escopolamina.

El 90% de esos exámenes fue solicitado por la Fiscalía durante la investigación de supuestos delitos, según el doctor Eduardo Sandoval Villamar, jefe de Toxicología, quien sostiene que el resto de pruebas fue a pedido de personas particulares o casas de salud.

En lo que va del año el departamento de Toxicología del Izquieta Pérez registra 16 casos de víctimas de escopolamina; mientras que la PJ-G informa que en los tres primeros meses del 2011 ha habido 48 denuncias por esos ataques; en el mismo periodo del 2010 hubo un promedio de 33 afectados..

Los datos de la Policía detallan que de esta cifra 36 personas fueron víctimas del robo de sus pertenencias tras la suministración de escopolamina, al igual que Ozaeta y su hija; seis de atraco a sus domicilios, tres de violación, uno de secuestro express y dos de otros delitos.

Solo en la última quincena de marzo se registraron nueve hechos violentos derivados del uso de la escopolamina por parte de las bandas denominadas ‘Dulces Sueños’.

El coronel Nelson Villegas, jefe de la PJ-G, no recuerda que se hayan registrado muertes a causa del uso de esta droga. “Los casos que le di (las cifras) no son de muerte sino de robo, pero el uso extremo pueda causar la muerte”, explica.

Un afectado por escopolamina en Guayaquil sería Bolívar Quiroz Guzmán, quien la madrugada del pasado 31 de marzo fue hallado semiinconsciente en las calles Gómez Rendón y la 17. Por este hecho hubo una detenida que fue liberada horas más tarde, porque el presunto afectado desistió de presentar la denuncia. Según la Policía, ella tenía entre sus pertenencias unos caramelos que podrían haber estado contaminados con escopolamina. Sin embargo, no informó si se realizó el análisis de laboratorio.

Otro caso de personas encontradas semiinconscientes en las calles se dio el pasado viernes 18 de marzo, cuando cuatro hombres fueron hallados sin sus pertenencias y tirados en las calles Colón y la 15, en el suburbio oeste, y a un costado había una hoja con una frase que decía: “Me encantaría que podamos compartir momentos tan lindos y llevarlos a un placentero recuerdo”. Según la Policía, fue dejada por las ‘dulces sueños’.

Para el coronel Ramiro Mantilla, comandante del Distrito Metropolitano de Guayaquil, está en la ciudadanía la mayor responsabilidad de disminuir el riesgo de ser víctima de ‘Dulces Sueños’, que tienen como principal arma la escopolamina, con la que no solo delinquen mujeres sino incluso taxistas.

“Poco puede hacer la Policía en eso, la pregunta es: ¿qué puede hacer cada ciudadano para evitar ser víctima de estos delitos en los que utilizan la escopolamina? La manera que yo me acerco o me alejo del riesgo de sufrir un delito es responsabilidad de cada ciudadano; si no me arriesgo va a ser menos posible que me suceda un delito, pero si me voy a libar hasta altas horas de la noche me estoy exponiendo”, refiere Mantilla.

No obstante, señala que personal policial está haciendo seguimientos a personas sospechosas en los lugares públicos y centros de diversión. “Cuando las identificamos, las seguimos y las detenemos”. El pasado 20 de marzo, en el centro de Guayaquil, la Policía detuvo a Narcisa Brito, Ángela Valdez y Daniel Cortázar, por drogar al dueño de una tienda.

Para evitar casos como el de Marthy Ozaeta, el doctor Sandoval recomienda no recibir objetos de desconocidos ni permitir que estos toquen alguna de nuestras pertenencias.

Este especialista también recuerda que la escopolamina es una droga que actúa inmediatamente por inhalación o contacto con la piel, “con las conjuntivas (ojos) y las fosas nasales se absorbe rápidamente”.

La droga, explican los médicos, afecta el área límbica del sistema nervioso, que tiene que ver con la conducta de la persona, con el conocimiento y lleva a que se vuelva obediente.

Añade que el efecto dura hasta dos horas y que si el fin del delincuente después de cometer el ilícito es dormir a la víctima, mezcla la escopolamina con benzodiazepina, que actúa a los 30 minutos de ingerirla.

Por el relato de varias víctimas de ‘Dulces Sueños’, en Guayaquil se ha determinado que los jóvenes son propensos a sufrir riesgos de que los afecten con escopolamina en los centros comerciales; las mujeres, en el hogar a través de supuestos vendedores; y los hombres, en bares y centros nocturnos.

Aunque también son víctimas de este tipo de ataques personas como Marthy Ozaeta, cuya pequeña hija se despertó después de las 18 horas de haber sido afectada por la droga que les aplicó el supuesto taxista.



Detalles: La droga
Varios nombres
La escopolamina también es conocida como burundanga, dulce toma o cacao sabanero, según el jefe de Toxicología del Instituto Izquieta Pérez, Eduardo Sandoval.

Crece en casas
El especialista sostiene que la planta (llamada Datura Arbórea), cuya flor desprende la mayor cantidad de toxicidad, se la encuentra en los jardines de las casas o en estado natural en los campos.

http://www.eluniverso.com/2011/04/03/1/1422/agresiones-delincuenciales-escopolamina-crecen-45.html

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