Wednesday, December 22, 2010

Condenan en España a 42 años de prisión a pareja paraguaya por trata de personas con fines de explotación sexual

2010-12-21 14:52:50 Ayer 14:52
GENERAL
CONDENA EJEMPLAR

ALMERÍA, España ( Ana Burián R. especial NP ) Un hombre y una mujer, ambos de nacionalidad paraguaya, fueron condenados a 42 años de prisión, al hallárseles culpable de liderar una red de trata de personas con fines de explotación sexual, que operaba en Paraguay y Majácar (Almería), España.



Se trata de Ramón M.J (47) y Carmen T.G., (27), ambos de nacionalidad paraguaya, quienes recibieron 42 años de prisión al probárseles en el juicio que se les seguía que obligaron, a al menos cuatro mujeres de su misma nacionalidad, a ejercer la prostitución en un chalet de lujo y que las explotaron sexualmente aprovechándose del estado de vulnerabilidad y bajo intimidación.

Inicialmente, la fiscalía había solicitado una pena de 24 años de prisión, pero finalmente se les atribuyó la comisión de cuatro delitos relativos a la prostitución que contempla penas de 3 años de cárcel, además de otros contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por lo que se solicitaron otros 9 años de prisión.

En la primera sesión del juicio la pareja negó que estuviese lucrando con actividad vinculadas a la prostitución de mujeres que se encontraban en ese chalet de lujo del municipio almeriense y que ellas ejercían la prostitución “libre y voluntariamente” y que solo recibían los beneficios de dicha actividad y, que además “ayudaban” a compatriotas (de Paraguay) que deseaban entrar a España, siempre con visado de turistas.

Ramón M.L aseguró durante el juicio que “no tenía nada que ver con el negocio” que se realizaba en dicho chalet y que “nunca recibí ninguna peseta”, que “no intervenía en nada” y que “ellas lo llevaban a su rollo”. Asimismo, negó que viajase al Paraguay a reclutar mujeres, que solo lo hizo “para pagar una casa que mi esposa se estaba construyendo”.

Según se conoció en la audiencia la pareja se apropiaba del 50 por ciento de los beneficios por servicios sexuales brindado por su compatriotas a quienes obligaban a ejercer la prostitución y a quienes les cobraban unos 15.000 euros por sus viaje hasta España.

Por su parte, Carmen T.G, aseguró que todas las mujeres del citado chalet ejercían la prostitución “libremente” como en su país de origen y se retractó de sus anteriores declaraciones formuladas al inicio del juicio “porque me sentí coaccionada” y ratificó lo dicho por su marido sobre el funcionamiento del chalet y acuso a una de las chicas del lujar –denunciante y testigo protegido en la causa- de haberla echado por haberla encontrado acostada con su marido.

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