27/12/2010 2:00 AM
Se trata de Walter Vergalito, titular del Juzgado de Paz Nº 2. Lo acusaron sus ex empleadas y está al borde de un jury de enjuiciamiento. Además, una denuncia penal asegura que firmaba documentación con tres años de atraso.
Walter Vergalito. También lo acusan de maltrato y de falsificar documentación del juzgado.
Dos denuncias del Sindicato de Trabajadores Judiciales del Chubut ponen en serio riesgo la continuidad en su cargo del juez de Trelew, Walter Vergalito. La primera se inició en mayo por sus ex-empleadas del Juzgado de Paz Nº 2 de esa ciudad, que lo acusan de continuo maltrato laboral y hasta de acoso sexual. Según documentos del SITRAJUCh, el denunciado “es una persona que imprime malos tratos, provoca conflictos entre compañeros y lo que es más grave, se acreditó que tuvo actitudes de carácter sexual con el personal femenino”.
“El clima hostil había diezmado el organismo ya que todo el personal llegó a estar con licencia psiquiátrica –asegura el gremio-, hecho sin precedentes en la historia judicial de la Provincia”. La queja obligó al Superior Tribunal de Justicia a iniciar sumario a Vergalito, que culminó con una recomendación para que el Consejo de la Magistratura instruya un jury de enjuiciamiento que decida si Vergalito merece ser destituido por mal desempeño.
El abogado del sindicato, Gabriel Aguilar, había formalizado la presentación para que el Superior investigue el caso. “La denuncia se inició en el marco de una serie de acciones desplegadas por el actual juez, acciones que son naturalmente reprochables desde cualquier punto de vista”, dijo el sindicato. La queja “tuvo como punto de partida las innumerables acusaciones vertidas en contra de Vergalito, denuncias formalizadas por todo el personal femenino de esa dependencia judicial, que luego de haber soportado distintos tipos de maltratos por largos años tomaron la envidiable decisión de hacerlas públicas y denunciarlo”.
Según el documento sindical, “luego de que el señor Vergalito utilizara todas y cada una de las dilaciones posibles que le permite el procedimiento administrativo”, el pleno del Superior analizó las conclusiones del sumario y por 5 votos a 1, respaldó la denuncia. La única disidencia fue del ministro Daniel Rebagliati Russell. El SITRAJUCh destacó “a favor de las trabajadoras denunciantes”, lo que escribió el presidente del Superior, Daniel Caneo, citando al jurista Alvarado Velloso: “Uno de los deberes funcionales esenciales de los jueces es el decoro. El decoro como honor, respeto o consideración es un elemento esencial para el desempeño de la función judicial”. En ese sentido, “la conducta de un magistrado se rige por normas mucho más severas que las de un ciudadano común y para ello debe ser impecable en aquellos actos que de alguna manera afecten su función. Por ello, de los funcionarios actuantes de los tres poderes del Estado, los jueces son los más exigidos y los que mayor cantidad de recaudos deben guardar en el cumplimiento de sus obligaciones”.
“La postura adoptada por la mayoría es absolutamente acorde a los tiempos que corren –advirtió el sindicato- y celebramos que entiendan que la administración de la justicia no puede quedar en manos de personas como el señor Vergalito”. Agregaron que la decisión del máximo tribunal chubutense “no es simplemente un logro para las compañeras del SITRAJUCH, sino un logro para toda la sociedad en su conjunto, en especial para todas las trabajadoras que alguna vez fueron víctimas de maltrato laboral (mobbing). Este caso un ejemplo a seguir para cualquier trabajador que actualmente padezca o sufra mobbing”.
La segunda denuncia es penal y también tiene el patrocinio del abogado Aguilar: el SITRAJUCh acusó a Vergalito ante la Fiscalía de Trelew por falsificación de instrumento público e incumplimiento de los deberes de funcionario público. La presentación involucra al juez de Paz suplente, Carlos Albarracín, y a una empleada del Juzgado.
Según el gremio, en ese lugar “se vienen cometiendo un serie de irregularidades que colocarían a los mencionados y a otras personas en carácter de sospechosos de criminalidad”. Es que durante noviembre y diciembre una empleada adscripta de ese organismo confeccionó de puño y letra, y Vergalito firmó como juez varios boletos de Marcas y Señales, que sirven para que los productores ganaderos certifiquen la propiedad de su hacienda. El trámite parece normal pero en realidad eran documentos públicos que correspondían a diciembre de 2007. Para el SITRAJUCh, Vergalito firmó documentación colocándole fecha tres años vieja.
Aguilar recordó que Vergalito asumió al frente del Juzgado en 2007. Desde ese año y para dividir tareas entre los tribunales de Paz N° 1 y N° 2, se repartieron los productores entre ambos. El Juzgado de Vergalito debía realizar nuevos boletos de Marcas y Señales para aquellos ganaderos que a partir de agosto de 2007 pasaban a estar bajo su órbita. Para eso el organismo posee libros de Registros de Marcas y Señales, que deben completarse al formalizarse los boletos. El gremio dice que en el Juzgado del juez cuestionado, estos libros de registros están incompletos “o bien no confeccionados como debiera ser”.
Esto porque según la denuncia, en noviembre y diciembre de este año “se están perfeccionado aquellos que debían ser formalizado ni bien se puso en funcionamiento el nuevo Juzgado (…) y que tal como se deduce han sido perfeccionados durante estos meses, antedatando la fecha, lo que demuestra claramente una falsedad ideológica de instrumento público que se denuncia”. Para Aguilar, tampoco hubo comunicación a la Dirección Provincial de Marcas y Señales, organismo que “debe necesariamente contar con toda la documentación determinante para conocer la jurisdicción y competencia que le corresponde a cada productor”. Esta presunta falta de Vergalito “se podrá constatar con el solo acto de requerir a dicho organismo la información”. La denuncia subraya que como funcionarios públicos, Vergalito y Albarracín, “han incumplido sistemáticamente desde el mismo momento de sus asunciones”.
Los boletos “debieron ser confeccionados inmediatamente después de crearse el organismo, e informar a los productores que todo trámite relacionado con su producción debía realizarse en el Juzgado 2. Pero llamativamente y sin explicación lógica, esos instrumentos no se confeccionaron en 2007, y en cambio se están realizando o tramitando ahora. Es decir, se están confeccionando en la actualidad pero con fecha de diciembre de 2007”.
Para el SITRAJUCh, este atraso ocurrió porque Vergalito ordenó que se confeccionaran los boletos “presumiblemente para subsanar la inacción del Juez por el período de 3 años; así pretendía evitar que sea detectada la irregularidad de su accionar por la inminente comisión evaluadora de gestión y desempeño que realizará el Consejo de la Magistratura”. Es más: “Esta situación irregular es fácilmente comprobable, ya que los trámites fueron rellenados por la adscripta hace no más de un par de meses y fueron firmados por Vergalito con fecha Diciembre de 2007; incluso se ha presentado a firmarlos fuera del horario de atención al público y en alguna oportunidad fueron llevados los trámites a su casa particular para que los firmara”.
Este detalle generó la última advertencia: si el juez titular está de licencia, es “materialmente imposible que firme trámites, lisa y llanamente porque no debería estar físicamente en el lugar; en segundo lugar, el actual juez Suplente tiene pleno conocimiento de esta situación irregular y fue cómplice de la impunidad con la que se maneja el señor Walter Vergalito, ya que es él en persona el que llama por teléfono al titular del Juzgado para informarle que se puede presentar en el Juzgado para firmar trámites que debió realizar hace más de tres años”. El viernes 17, funcionarios de Fiscalía y de Policía allanaron el Juzgado en busca de esa documentación.#
“El clima hostil había diezmado el organismo ya que todo el personal llegó a estar con licencia psiquiátrica –asegura el gremio-, hecho sin precedentes en la historia judicial de la Provincia”. La queja obligó al Superior Tribunal de Justicia a iniciar sumario a Vergalito, que culminó con una recomendación para que el Consejo de la Magistratura instruya un jury de enjuiciamiento que decida si Vergalito merece ser destituido por mal desempeño.
El abogado del sindicato, Gabriel Aguilar, había formalizado la presentación para que el Superior investigue el caso. “La denuncia se inició en el marco de una serie de acciones desplegadas por el actual juez, acciones que son naturalmente reprochables desde cualquier punto de vista”, dijo el sindicato. La queja “tuvo como punto de partida las innumerables acusaciones vertidas en contra de Vergalito, denuncias formalizadas por todo el personal femenino de esa dependencia judicial, que luego de haber soportado distintos tipos de maltratos por largos años tomaron la envidiable decisión de hacerlas públicas y denunciarlo”.
Según el documento sindical, “luego de que el señor Vergalito utilizara todas y cada una de las dilaciones posibles que le permite el procedimiento administrativo”, el pleno del Superior analizó las conclusiones del sumario y por 5 votos a 1, respaldó la denuncia. La única disidencia fue del ministro Daniel Rebagliati Russell. El SITRAJUCh destacó “a favor de las trabajadoras denunciantes”, lo que escribió el presidente del Superior, Daniel Caneo, citando al jurista Alvarado Velloso: “Uno de los deberes funcionales esenciales de los jueces es el decoro. El decoro como honor, respeto o consideración es un elemento esencial para el desempeño de la función judicial”. En ese sentido, “la conducta de un magistrado se rige por normas mucho más severas que las de un ciudadano común y para ello debe ser impecable en aquellos actos que de alguna manera afecten su función. Por ello, de los funcionarios actuantes de los tres poderes del Estado, los jueces son los más exigidos y los que mayor cantidad de recaudos deben guardar en el cumplimiento de sus obligaciones”.
“La postura adoptada por la mayoría es absolutamente acorde a los tiempos que corren –advirtió el sindicato- y celebramos que entiendan que la administración de la justicia no puede quedar en manos de personas como el señor Vergalito”. Agregaron que la decisión del máximo tribunal chubutense “no es simplemente un logro para las compañeras del SITRAJUCH, sino un logro para toda la sociedad en su conjunto, en especial para todas las trabajadoras que alguna vez fueron víctimas de maltrato laboral (mobbing). Este caso un ejemplo a seguir para cualquier trabajador que actualmente padezca o sufra mobbing”.
La segunda denuncia es penal y también tiene el patrocinio del abogado Aguilar: el SITRAJUCh acusó a Vergalito ante la Fiscalía de Trelew por falsificación de instrumento público e incumplimiento de los deberes de funcionario público. La presentación involucra al juez de Paz suplente, Carlos Albarracín, y a una empleada del Juzgado.
Según el gremio, en ese lugar “se vienen cometiendo un serie de irregularidades que colocarían a los mencionados y a otras personas en carácter de sospechosos de criminalidad”. Es que durante noviembre y diciembre una empleada adscripta de ese organismo confeccionó de puño y letra, y Vergalito firmó como juez varios boletos de Marcas y Señales, que sirven para que los productores ganaderos certifiquen la propiedad de su hacienda. El trámite parece normal pero en realidad eran documentos públicos que correspondían a diciembre de 2007. Para el SITRAJUCh, Vergalito firmó documentación colocándole fecha tres años vieja.
Aguilar recordó que Vergalito asumió al frente del Juzgado en 2007. Desde ese año y para dividir tareas entre los tribunales de Paz N° 1 y N° 2, se repartieron los productores entre ambos. El Juzgado de Vergalito debía realizar nuevos boletos de Marcas y Señales para aquellos ganaderos que a partir de agosto de 2007 pasaban a estar bajo su órbita. Para eso el organismo posee libros de Registros de Marcas y Señales, que deben completarse al formalizarse los boletos. El gremio dice que en el Juzgado del juez cuestionado, estos libros de registros están incompletos “o bien no confeccionados como debiera ser”.
Esto porque según la denuncia, en noviembre y diciembre de este año “se están perfeccionado aquellos que debían ser formalizado ni bien se puso en funcionamiento el nuevo Juzgado (…) y que tal como se deduce han sido perfeccionados durante estos meses, antedatando la fecha, lo que demuestra claramente una falsedad ideológica de instrumento público que se denuncia”. Para Aguilar, tampoco hubo comunicación a la Dirección Provincial de Marcas y Señales, organismo que “debe necesariamente contar con toda la documentación determinante para conocer la jurisdicción y competencia que le corresponde a cada productor”. Esta presunta falta de Vergalito “se podrá constatar con el solo acto de requerir a dicho organismo la información”. La denuncia subraya que como funcionarios públicos, Vergalito y Albarracín, “han incumplido sistemáticamente desde el mismo momento de sus asunciones”.
Los boletos “debieron ser confeccionados inmediatamente después de crearse el organismo, e informar a los productores que todo trámite relacionado con su producción debía realizarse en el Juzgado 2. Pero llamativamente y sin explicación lógica, esos instrumentos no se confeccionaron en 2007, y en cambio se están realizando o tramitando ahora. Es decir, se están confeccionando en la actualidad pero con fecha de diciembre de 2007”.
Para el SITRAJUCh, este atraso ocurrió porque Vergalito ordenó que se confeccionaran los boletos “presumiblemente para subsanar la inacción del Juez por el período de 3 años; así pretendía evitar que sea detectada la irregularidad de su accionar por la inminente comisión evaluadora de gestión y desempeño que realizará el Consejo de la Magistratura”. Es más: “Esta situación irregular es fácilmente comprobable, ya que los trámites fueron rellenados por la adscripta hace no más de un par de meses y fueron firmados por Vergalito con fecha Diciembre de 2007; incluso se ha presentado a firmarlos fuera del horario de atención al público y en alguna oportunidad fueron llevados los trámites a su casa particular para que los firmara”.
Este detalle generó la última advertencia: si el juez titular está de licencia, es “materialmente imposible que firme trámites, lisa y llanamente porque no debería estar físicamente en el lugar; en segundo lugar, el actual juez Suplente tiene pleno conocimiento de esta situación irregular y fue cómplice de la impunidad con la que se maneja el señor Walter Vergalito, ya que es él en persona el que llama por teléfono al titular del Juzgado para informarle que se puede presentar en el Juzgado para firmar trámites que debió realizar hace más de tres años”. El viernes 17, funcionarios de Fiscalía y de Policía allanaron el Juzgado en busca de esa documentación.#
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