Sunday, June 12, 2011

Rescatan a 17 menores que eran sometidos a explotación laboral

Mafia al descubierto. Clan familiar los reclutó en Puno, Cusco y Huaraz. Fueron traídos a Lima y obligados a trabajar en distintos mercados. Vivían hacinados con otros 16 jóvenes en dos viviendas ubicadas en Puente Piedra.


Óscar Chumpitaz C.

Róger Q.M., un menor de 13 años, cayó en manos de una mafia de trata de personas que lo trasladó de manera ilegal a Lima. No estaba solo, sino con otros 16 menores que llegaron a la capital con la promesa de recibir entre 200 y 300 soles por su trabajo. “Ignoraba lo que iba a realizar. Ni siquiera sabía dónde estaba”, admitió el pequeño.

Todos ellos fueron rescatados durante una impecable operación ejecutada por la policía en Puente Piedra.
Siniestro clan familiar.

Las autoridades capturaron también al clan familiar que reclutaba a los menores en Puno, Cusco y Huaraz para someterlos a la explotación laboral en distintos mercados de Lima.

Se trata de los esposos Antonio Quispe Mayta (42) y Alejandrina Tapia Pari (41); sus hijos Elmer y Yolanda Quispe Tapia, de 20 y 19 años; su sobrino Samuel Quispe Valero (19), así como de Jorge Amanqui Canaza, de 34 años.

Ocultos en dos viviendas


Todos ellos fueron sorprendidos en la Mz A-10, lote 16 de la asociación de vivienda El Buen Progreso, y en la Mz D, lote 31 de la asociación de propietarios Las Orquídeas de Puente Piedra.

“Se encontraron a 17 menores de entre 13 y 17 años, y a 16 jóvenes cuyas edades oscilan entre los 18 y 20 años”, reveló el comandante Vicente Tiburcio Orbezo, jefe de la comisaría de Santa Anita a cargo de las investigaciones.

Sometidos laboralmente


Todos los menores eran obligados a trabajar desde las 6:00 am hasta las 8:00 de la noche en puestos de venta de granos, cereales y abarrotes en distintos mercados de la ciudad.

Si no llevaban mucho dinero eran castigados: no comían.
La historia de Róger es similar a la de muchos chicos y chicas de zonas andinas y de la selva que abandonan sus hogares para trabajar en Lima y no ven a sus familias durante años.

“Terminan en una situación de esclavitud, lisa y llanamente. Pero la mayoría de las veces son los padres los que envían a sus hijos a ganar dinero”, reflexiona el mayor Francisco Santillán Zuta.
En condiciones infrahumanas

Cuando se procedió al registro de los dos inmuebles, se estableció que los niños y adolescentes vivían en condiciones infrahumanas”, señaló el oficial a La República.

Agregó que “todas las víctimas estaban en total promiscuidad y falta de higiene”.

Fueron traídos a Lima con falsas promesas laborales y, por temor a que los abandonen en la ciudad, accedían a cualquier sometimiento físico y psíquico.

Al ser interrogados, los detenidos dijeron que los menores trabajaban con el consentimiento de sus padres.
De acuerdo al artículo 153 del Código Penal y conforme a la ley 28950 contra la trata de personas, los responsables podrían recibir una condena de 8 a 12 años de prisión.

Dos millones de niños explotados

En el Perú casi 2 millones de niños, de 4 a 16 años, trabajan en microempresas, talleres informales, tiendas familiares, fábricas de textiles, servicio doméstico, venta de periódicos, venta de dulces, cuidado de carros, cargando bultos, etc.

Los seis detenidos en Puente Piedra fueron denunciados ante el fiscal Víctor Salazar Lino por los delitos contra la libertad personal (trata de personas) y contra la vida el cuerpo y la salud (exposición al peligro de personas dependientes).

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